¿Cómo quitar el mal olor de las botas de agua?

Para eliminar el mal olor de las botas de agua, aquí tienes algunas estrategias que puedes probar:

1 Limpieza y secado adecuado

Lava las botas con agua y jabón suave para eliminar la suciedad y los residuos. Asegúrate de enjuagarlas bien y dejar que se sequen por completo al aire libre, preferiblemente en un lugar con buena ventilación pero no bajo la luz directa del sol, ya que esto podría dañar el material.

Nuestras botas Mavinsa estan preparadas para diferentes usos: Conocenos.

2. Bicarbonato de sodio

Espolvorea bicarbonato de sodio en el interior de las botas y déjalo actuar durante varias horas o incluso durante la noche. Luego, sacude el exceso de bicarbonato y elimina el olor. El bicarbonato de sodio ayuda a absorber los olores.

3. Periódicos o papel absorbente

Coloca hojas de periódico arrugadas o papel absorbente en el interior de las botas. El papel absorberá la humedad y, por lo tanto, ayudará a reducir el olor. Cambia el papel cada pocas horas hasta que el olor disminuya.

usar periódico para evitar mal olor en botas de agua

4. Bolsas de té o bolsas de lavanda

Coloca bolsitas de té usadas (preferiblemente de té negro) o bolsas de lavanda secas dentro de las botas. Tanto el té como la lavanda pueden ayudar a absorber y neutralizar los olores.

5. Sprays desodorantes o antifúngicos

Puedes encontrar sprays diseñados específicamente para eliminar olores en el calzado, uno muy comun puede . Algunos incluso tienen propiedades antifúngicas que ayudan a prevenir el crecimiento de bacterias causantes de mal olor.

6. Aceites esenciales

Agrega unas gotas de aceites esenciales con propiedades desodorantes, como el aceite de árbol de té, el aceite de eucalipto o el aceite de limón, en el interior de las botas. Esto no solo ayudará a eliminar el mal olor, sino que también dejará un aroma agradable.

Aceites esenciales para eliminar el mal olor de las botas

7. Congelación

Si el olor es causado por bacterias, puedes poner las botas en una bolsa de plástico y colocarlas en el congelador durante algunas horas. El frío puede ayudar a matar las bacterias causantes del olor. Luego, déjalas descongelar y secar completamente antes de usarlas nuevamente.